En un ambiente de gran alegría, emoción y ferviente fe por lograr los propósitos pautados en la agenda de la Fundación Feria Internacional del Sol y ligado a la esperanza de ver engranados el espíritu de sus organizadores y el de todo el pueblo de Mérida sin excepción se realizó este domingo la primera misa de la Hermandad Rocieros de Corazón en la Capilla Universitaria en el sector La Hechicera.
En el afán del alcalde del municipio Libertador, Carlos García por una feria de altura, se hicieron presentes Gisela Parra, presidenta de Ferisol, su directiva, integrantes de su equipo de trabajo y las doce candidatas a la XLV Ferida Internacional del Sol.
La eucaristía se celebró pidiendo por la protección y guía divina para esta fiesta que se realiza justo antes de la cuaresma. El padre Reinaldo Muñoz les recordó a las aspirantes a la corona del sol que “el modelo de ustedes como candidatas debe ser María, sencilla, humilde y llena de gracia”, y continuó “todos estamos llamados a ser luz ante tanto dolor, tanto sufrimiento y tantas divisiones” haciendo alusión a los últimos acontecimientos del país.
La virgen es caprichosa, dijo Eduardo Bonetti, hermano mayor de Rocieros de Corazón refiriéndose al evangelio del quinto domingo del tiempo ordinario, día en que se llevo a cabo la misa, que nos recuerda que Cristo es la luz de las naciones y los cristianos estamos llamados a ser luz del mundo.
Gisela Parra fue nombrada madrina honoraria de la Hermandad Rocieros de Corazón y las candidatas recibieron bendiciones de la Santa Madre.
Así reza el misal que compartieron rocieros, miembros de Ferisol y merideños todos: “La presencia de la Virgen del Rocío en la plaza de toros, es una tradición única en el mundo. Ha sido traída a Mérida hace más de una década y quizás traduce o evoca esa íntima relación con el campo, los caballos y los bueyes o como le dicen en la aldea `Los Boyeros` que llevan las carretas”. (Prensa Ferisol / Salomé Higuera / Ramón Pico)
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